Cuando se trata de la arquitectura en Arizona solamente hay una meta: combatir el calor.
Desde las estructuras de adobe de las tribus nativas norteamericanas, a la visión modernista de Frank Lloyd Wright, la gestión de la geografía y el clima rigoroso han sido una lucha constante para quienes viven aquí.
A medida que el estilo arquitectural progresa, los edificios y el paisaje exterior se convierten en sinónimos, proporcionando oportunidades tales como la conservación de agua mediante el paisajismo sustentable y la creación de áreas sombreadas basadas en el ángulo del sol.
El proceso de encontrar el balance entre la humanidad y la naturaleza ha tomado cientos de años, descubierto por los nativos, españoles y pensadores modernistas, quienes han dejado su marca en la arquitectura del sudoeste.
La metrópolis desértica moderna
Las primeras construcciones en Arizona se erigieron por los nativo americanos, tales como los Tohono O’odham, Navajo and Hopi. Los edificios de estilo adobe se mantenían frescos durante los veranos. Los nativo americanos también excavaron sistemas de canales para regar el terreno, brindando agua a sus comunidades.
Cuando los españoles llegaron a las Américas, vieron las casas de adobe como pobreza, la vivienda de “parque de remolques” rápidamente se remplazó el estilo con las construcciones coloniales ornamentales.
A principios de los años 1900, la clase élite de Arizona tenía metas ambiciosas para Sun Valley, con la esperanza de transformar la región en una metrópolis moderna desértica. Aparentemente el espacio era ilimitado, no había códigos de construcción y la geografía del Desierto de Sonora era especial para la expresión moderna artística.
Después de la Primera Guerra Mundial, más personas empezaron a mudarse a Arizona para experimentar con el diseño moderno arquitectural. El más famoso de estos arquitectos fue Frank Lloyd Wright.
Originario de Wisconsin, Wright llegó a Arizona como un visitante invernal en 1929 y se enamoró del distinto paisaje. Diseñó un hogar invernal, Taliesin West en Scottsdale, el Auditorio en Memoria de Gammage en la Universidad del Estado de Arizona (ASU, por sus siglas en inglés), y ayudó a Albert Chase McArthur a diseñar el Hotel Baltimore en Phoenix.
Wright finalmente convirtió Taliesin West en una escuela de diseño de arquitectura que aún cumple su funcionamiento.
Es famoso por su estilo innovador de modernismo orgánico, que balancea la naturaleza con el hombre. Hay un énfasis en el uso de materias primas y locales para mezclarlo con el entorno circundante.
En Arizona, se usan comúnmente el adobe y el cobre como materiales para construir. Antes de los enfriadores evaporativos y el aire acondicionado, el clima fue el reto más difícil para el diseño desértico.
El modernismo típicamente pide ventanas grandes y ladrillo, los cuales no funcionaron en Arizona por el calor extremo del verano y la luz del sol. Después de que el aire acondicionado se convirtiera convencional en el estado, la lucha de mantener el costo de energía bajo se convirtió en la siguiente gran batalla.
Combatiendo el calor
El difunto arquitecto italiano Paolo Soleri, uno de los estudiantes pródigos de Wright, pasó mucho de sus últimos años en Arizona experimentando con los diseños de edificios y el clima, finalmente dominó técnicas pasivas de calefacción y refrigeración que se hacían cargo del problema climático .
En su antiguo hogar y estudio, Cosanti, localizado en Paradise Valley, exploró diferentes conceptos arquitecturales para poner a prueba su viabilidad.
Soleri descubrió que al construir estructuras de media cúpula con orientación hacia el sur actuaría como un escudo contra el sol en el verano, pero permitiría a la luz filtrarse durante el invierno.
Según Cory Petersen, un arquitecto y fabricante de campanarios en Cosanti, el arco superior del sol en el verano permite que se mantenga el calor afuera. Durante el invierno el arco inferior atrapa más luz solar.
“Además de tener los edificios con orientación hacia el sur, Soleri también construyó en y debajo de la tierra para obtener una mayor refrigeración en el verano”, agregó Petersen.
En 1970, Soleri mudó su proyecto 65 millas al norte de Arcosanti, una ciudad con adaptación completa de su trabajo en Cosanti. Para financiar sus aventuras, empezó a fabricar y a vender campanas de cerámica y de bronce. A comparación de Wright, quien tomó comisión para diseñar edificios, Soleri dependía de los intereses comunitarios en sus planes de vivienda pequeños y sustentables.
Soleri falleció en el 2013.
“Soleri ha influenciado a muchas mentes ya sea directamente por sus enseñanzas o indirectamente por su trabajo”, dijo Peterson. “Muchos de sus conceptos en construcción moderna y en el consumo de energía se usan hoy en día”.
Dentro de ese diseño existe una inquietud por el paisaje y la conservación de agua.
Massimo Boscolo, el director de la horticultura en Tucson Botanical Gardens, dice que “los exuberantes jardines del mediterráneo que sembraron en los años 30s y 40s”, no funcionan en este clima y que la gente se está concientizando más en que el diseño paisajista puede tener un gran efecto en los servicios públicos y el medioambiente.
De acuerdo con Boscolo, la selección de plantas que uno tiene en su jardín es el factor más importante.
“Las plantas nativas del Desierto de Sonora ya se han adaptado a este medioambiente, el cual sólo recibe nueve pulgadas de lluvia al año,” indicó Boscolo. “No tiene mucho sentido traer plantas nuevas que usan una cantidad de agua mayor”.
Ejemplos modernos en la Universidad de Arizona
El campus de la Universidad de Arizona es uno de los mejores lugares en el estado para ver ejemplos de la arquitectura única del desierto, sintetizando las diferentes técnicas lideradas por Wright, Soleri y las personas indígenas de la área.
De acuerdo con la planificación, el diseño y la construcción de la Universidad de Arizona, los edificios nuevos requieren elementos sustentables y específicos, tales como la tubería y el paisaje de eficiencia hídrica y el uso de materiales locales y reciclados de construcción.
Los edificios más nuevos, como el Environment and Natural Resources 2, el Optical Sciences y el Eller Dance Hall evocan imágenes del cañón local, con marcos de metal rígido reciclado y colores que mezclan las Montañas Catalina al fondo, un dibujo del modernismo orgánico de Wright.
Uno de los desafíos que los arquitectos de la Universidad de Arizona han tenido que sobrepasar es el efecto “isla” de calor, que es cuando las áreas urbanas son notablemente más calurosas que las áreas rurales alrededor.
Al crear espacios grandes y verdes como la explanada de la Universidad de Arizona y el Highland Bowl y al construir techos con material reflexivo u orgánico, como ENR2, el efecto de “isla” de calor se reduce.
Los diseñadores también se aseguran que los edificios tengan suficientes áreas sombreadas y paneles solares para aprovechar la energía del sol.
La eficiencia del agua es una característica importante en los edificios del campus, con la meta primordial de la compensación de los costos de riego a través de la captación y regeneración del agua, según el centro de investigación, UA Water Resource and Research Center.
Otros ejemplos del matiz de los elementos de diseño en el campus incluyen el edificio ILC, construido en el subterráneo para mantenerse refrescado en el verano. Los corredores en los pasillos del edificio Student Union, los cuales incrementan el movimiento del aire y el paisaje de terracería afuera del edificio de Optical Sciences, que dirige el agua hacia abajo para los árboles y plantas que necesitan más agua.
ENR2, que se terminó en el 2015, fue diseñado para parecerse a un cañón, con jardines de xeriscape en cada piso y corredores para mantener el centro del edificio fresco.
La condensación del aire acondicionado también se recicla para regar las plantas.
Los edificios de hoy en día están tomando las lecciones del pasado a otro nivel.
Mathew Sheurman es un reportero para Arizona Sonora News, un servicio de la Escuela de Periodismo con la Universidad de Arizona. Lo puede contactar en [email protected]
Traducido por Hiriana N. Gallegos.