Uno de los momentos decisivos de la rivalidad entre la Universidad de Arizona (UA) y la Universidad Estatal de Arizona (ASU) no ocurrió en la cancha de baloncesto, sino que en las cámaras legislativas y en las reuniones de la Junta de Regentes.
Un actor clave en el proceso de establecer una facultad de medicina en Arizona fue William R. Mathews, editor y director de Arizona Daily Star. Siendo miembro de la Junta de Regentes por años, usó su influencia en el prensa y medios políticos para así asegurar la victoria en el debate respecto a la facultad de medicina en Tucson.
El proceso fue largo y lejos de ser algo agradable.
Más de 50 años después de que la legislatura aprobara el financiamiento, la Facultad de Medicina y el Centro Médico de Banner-University permanecen siendo reconocidos por su educación médica en Arizona.
El debate dio comienzo en 1951, momento en que la sociedad médica del condado de Maricopa empezó a discutir sobre la idea de establecer una facultad de medicina. Conforme a Phoenix Gazzette, el comité decidió que “el costo del proyecto no sería posible llevarlo a cabo en el futuro”. Un artículo del 1952 en Arizona Medicine discutió que “Arizona no tendría a la gente ni tampoco los medios” para apoyar a una facultad de medicina por muchos años.
Cuatro años después, Graddy Gammage, presidente de la Universidad Estatal de Arizona (que luego tomó el nombre de ASU) trajo el asunto de nuevo a la superficie. Comenzó por reunir a los regentes de la junta para poder fundar facultades de enfermería en todo el estado; sin embargo, siempre con la esperanza de fundar una facultad de medicina en la institución de Tempe. En el 1958, Gammage presentó una propuesta de $500,000 por parte un filántropo de Scottsdale para la fundación de una de estas facultades en Tempe. Para no quedar atrás, el Centro Médico de Tucson ofreció sus recursos y terreno para dar la posibilidad de establecer una facultad de medicina en la Universidad de Arizona.
Se establecieron los límites.
Gammage falleció repentinamente en 1959. Su abogacía por una facultad de medicina fue fundamental en Arizona. Su “constante persistencia hizo posible la fundación de una de estas facultades aún más pronto de lo que se esperaba”, mencionó Mathews en su manuscrito, The coming of medical education to Arizona.
Después del fallecimiento de Gammage, la pregunta respecto a la educación médica cambió de un talvez a un cuándo y por último a un dónde. Arizona fue el estado más poblado sin tener una facultad de medicina.
Luego de meses de deliberación, la Junta de Regentes solicitó un estudio para poder responder a esas preguntas. El primero de julio de 1960, bajo la dirección de Joseph F. Volker, director de los estudios de grado en la Universidad de Alabama, dio comienzo al proyecto con un comité de ciudadanos — con 17 miembros de Tucson y 16 de Phoenix — con una función de asesoramiento.
El 12 de junio de 1961, llegó a ser uno de los días más significativos en la historia de Arizona. Volker y su comité presentaron su informe a la Junta de Regentes en una sesión cerrada a la prensa y al público.
Pero inevitablemente los rumores se esparcieron rápidamente. De acuerdo con el informe, no solo una facultad de medicina sería necesaria en Arizona, pero también, la Universidad de Arizona sería la más adecuada para albergar una facultad como esta. Los miembros que hicieron parte del estudio recomendaron a la Universidad de Arizona unánimemente.
The Arizona Daily Star y consecuentemente Tucson Citizen revelaron las noticias: “Arizona seleccionada por encima de ASU”; “Tucson fue elegido” por “las grandes ventajas en recursos” de la universidad a comparación con la institución de Tempe.
En Phoenix, la República de Arizona y Phoenix Gazette “se burló y denunció” el informe, según Mathews. Algunas historias durante la semana del 12 de junio fueron el post mortem de una derrota devastadora al final de lo que sería una temporada prometedora. Un editorial de Gazette descartó el informe como “una guía preliminar admirable”.
Republic señaló la “gran cautela” de los legisladores, incluyendo discusiones respecto a que el estado debería apoyar más a las instituciones vocacionales antes de proseguir con la facultad de medicina. Un editorial abogó por el condado de Maricopa y ASU, rechazando la idea de que el estatus de la Universidad de Arizona como “la universidad más madura” era pertinente a la decisión tomada. El editorial instó a la Junta de Regentes a “que tomaran en serio y consideraran las ventajas evidentes” que el condado y ASU poseían, así ignorando la observación que hizo Volker respecto a que ASU se atrasaría ante la Universidad de Arizona, en “un futuro predecible”.
Desde la perspectiva de Mathews en el The Arizona Daily Star, “respecto a que 12 de los líderes en el campo de la medicina en los EE.UU. … deberían unánimemente respaldar al Dr. Volker” al recomendar a la Universidad de Arizona ya que “esto confirmaría su sabiduría y competencia”.
“La Universidad de Arizona había ganado el derecho a planear”, escribió Mathews. Sin embargo, la batalla continuó. A medida que el año 1962 transcurrió, fue evidente que la facultad de medicina no se haría realidad hasta que la legislatura estatal proporcionara los fondos y esto no se llevaría a cabo hasta que un esfuerzo substancial local fuera efectuado.
Volviendo a Mathews, su membrecía en la Junta de Regentes le dio la oportunidad de presenciar varias de las conversaciones relacionadas con la facultad de medicina hasta el año 1961. Como defensor de Tucson y de la Universidad de Arizona, Mathews usó su influencia en Star para así recaudar dinero con el fin de construir el hospital universitario.
“Empresas comerciales se comunicaban conmigo para decirme que querían hacer una donación y preguntaban si podían tomarse una foto en la que aparecieran donando”, recordó Mathews. (todas las fotografías eran bienvenidas, claro — siempre y cuando las donaciones fueran mayores de $1,000).
En solo un año, cerca de $3 millones fueron recaudados para la fundación de la facultad de medicina y el hospital universitario en Tucson. No obstante, la legislatura persistió en contra. La construcción del hospital comenzó en el año 1966.
La Facultad de Medicina en la Universidad de Arizona empezó a dar educación a estudiantes en el año 1967. La primera clase en graduarse fue en el año 1969. Aproximadamente 50 años después, la Facultad de Medicina sólo acepta a 100 estudiantes por año.
“En cada categoría”, señaló un artículo de Tucson Citizen en esa época que se tomó la decisión, “la Universidad de Arizona tenía la delantera” sobre ASU como la ubicación destinada para la facultad de medicina.
El deseo del condado de Maricopa por tener una facultad de medicina se cumpliría eventualmente. Finalmente, una facultad de medicina fue fundada en Phoenix en el 2007. Es administrada por la Universidad de Arizona.
Traducido por Juan Pablo Rodríguez.
Carson Suggs es un reportero para Arizona Sonora News, un servicio de la Facultad de Periodismo de la Universidad de Arizona. Lo puede contactar por [email protected].