Las mujeres que viven en las zonas rurales en Arizona, igual que las mujeres que viven en las zonas rurales en todo Estados Unidos, enfrentan obstáculos cuando tratan de conseguir el cuidado integral de salud dentro de sus comunidades.
De acuerdo con Leah Meyers, la directora de la Red de Salud de las Mujeres Rurales en Arizona, el problema es el acceso económico y geográfico, y el cuidado integral de la salud.
El cuidado integral de la salud requiere servicios que satisfacen las necesidades de las mujeres, desde los exámenes médicos al parto, y más.
“He escuchado tantas historias de muchas mujeres que viven en las comunidades rurales, quienes dicen que una cosa es recibir sus exámenes médicos regulares pero, muchas veces cuando están listas para dar a luz a sus bebés, no pueden permanecer en sus comunidades rurales”, explicó Meyers.
Según el reportaje anual del Centro de Salud Rural de la Universidad de Arizona, el condado de Pinal tenía el mayor número de centros y clínicas rurales de salud que reciben fondos federales—10 en total. El condado de Greenlee solo tenía una vía de cuidado para la salud rural.
De acuerdo con el reportaje de 2008 hecho por el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos, a pesar de que el 22.8 por ciento de las mujeres que tienen más de 18 años viven en las zonas rurales en los Estados Unidos, solamente 6.4 por ciento de los ginecólogo-obstetras practican la medicina en las comunidades rurales.
“Es difícil cuantificar el número de ginecólogo-obstetras que sirven a las comunidades rurales. Existe un programa financiado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), llamado Programa de Exámenes para el Bienestar de la Mujer, que provee servicios de salud para las mujeres de todo el estado.
El Programa de Exámenes para el Bienestar de la Mujer no tiene ginecólogo-obstetras de sitio en las clínicas. Además, estas clínicas no solo son para las mujeres. Sin embargo, estos límites no debilitan la eficacia de los servicios integrales de salud que se ofrecen en los 24 sitios a lo largo de Arizona.
El programa les ofrece a las mujeres acceso a las enfermeras practicantes quienes realizan análisis, evaluaciones, remisiones y recetas médicas. El Programa de Exámenes para el Bienestar de la Mujer también proporciona el transporte para los clientes como una manera de enfrentar el obstáculo del transporte que existe.
Los servicios se organizan alrededor de la prevención y la atención a las necesidades de todas las mujeres en relación con su cuidado de salud, sin tener en cuenta si pueden pagar.
“Nuestros propósitos son la salud pública y los servicios para la prevención”, dijo Kore Redden, un subdirector de las operaciones de la salud pública. “Si alguien dijera ‘tengo un bulto en mi seno pero no tengo dinero’, nosotros veríamos a esa persona y haríamos todo lo posible para ayudarla”.
El cuidado integral de salud para las mujeres no se limita a los servicios que puede proveer una enfermera practicante o a la clínica.
El hecho de que las comunidades rurales no tienen acceso libre a los productos agrícolas, afecta la salud de la mujer considerablemente, según Ivan Zacarias, un dietista registrado que trabaja para la Programa Especial de Nutrición Suplementaria para Mujeres, Infantes y Niños (WIC, por sus siglas en inglés) en Casa Grande.
“Está el hecho de que muchas de las comunidades rurales en las que trabajamos son desiertos de comida”, dijo Zacarias. “No hay mucho acceso a productos frescos o comidas frescas. Vemos una entrada más elevada de comidas procesadas”.
WIC aborda las preocupaciones acerca de la salud que se desarrollan en los desiertos alimentarios por medio de animar a las familias a llenar la mitad de sus platos con verduras. WIC, en Casa Grande, también trabaja junto con el banco comunitario de alimentos en Phoenix, para distribuir productos agrícolas frescos a las ciudades pequeñas, como Oracle y Mammoth, una vez por mes.
WIC anima a las mujeres a participar en otro programa, llamado Power Me A2Z, que distribuye vitaminas con ácido fólico gratis a las mujeres de todo Arizona. Estas vitaminas son suplementos importantes para el cuidado obstétrico.
Además de los productos agrícolas frescos, hay una necesidad en las comunidades rurales de recursos para la violencia sexual. En una evaluación que fue hecha por la Red de Salud de las Mujeres Rurales de Arizona, los proveedores del cuidado de salud expresaron la necesidad para recursos, información y entrenamiento sobre la violencia sexual.
Como respuesta, la red desarrolló un currículo en 2014 que incluyó entrenamiento, presentaciones y educación, que se puede adaptar para atender a las necesidades de las comunidades rurales en Arizona.
“Estamos colaborando con trabajadores comunitarios de salud y otros proveedores a la vanguardia del cuidado de la salud para que conozcan y entiendan cuales son los asuntos diferentes, particularmente en relación con la violencia sexual, y lo que pueden hacer para ayudar a alguien quien desea denunciar un acto de violencia sexual”, explicó Meyers.
En el estado de Arizona, solo hay cinco lugares rurales que ofrecen exámenes médico-forenses—Kingman, Holbrook, Show Low, Springerville y Safford. La Red de Salud de las Mujeres Rurales de Arizona está trabajando en las comunidades rurales para proveer entrenamiento de cómo realizar los exámenes médico-forenses.
A pesar de las varias intervenciones de la salud en las comunidades rurales, los asuntos continúan ser el acceso y el cuidado integral de salud.
Atraer a los proveedores de cuidado de salud es un obstáculo importante en las comunidades rurales. Para reducir el impacto de este obstáculo, varios programas de cuidado de salud ofrecen la condonación de los préstamos a los profesionales médicos que practican en las comunidades rurales.
La condonación de los préstamos puede ser una manera de atraer a los profesionales médicos a zonas rurales; no obstante, muchos de los profesionales de cuidado de salud en Arizona continúan colaborando y trabajando para aliviar disparidades de salud en las comunidades rurales.
“Lo bonito de trabajar en las comunidades rurales es que todos contribuyen. Siempre hay alguien allí”, dijo Martha Moore-Monroy, la directora del programa del Centro para la Salud Rural de la Universidad de Arizona. “Me encanta trabajar en las comunidades rurales porque hay un sensación verdaderamente fuerte de que ‘estamos todos juntos en esto’”.
Kassandra Manriquez es una reportera para Arizona Sonora News, un servicio de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Arizona. Para ponerse en contacto con ella envíe un mensaje a su correo electrónico: [email protected]
Traducido por Andrea Varela / Editado por Lizeth Castellanos