Traducido por Javier Aispuro
Los miembros del Movimiento Nacional Socialista del siglo pasado, que usaban botas militares con suelas de ganso, pudieron haber cambiado su aspecto y abandonado las insignias nazis, pero la devoción a los ideales de Hitler no se ha cambiado.
Como dicen, entre más cambian las cosas, más se quedan igual.
Eventos como el violento mitin en Charlottesville, Virginia, han impulsado a un grupo de personas de raza anglosajona que son supremacistas, nazis, nacionalistas y el Ku Klux Klan, KKK (por sus siglas en inglés), en el centro de atención nacional mal-definido como “más o menos”. Lo que muchos consideraban elementos marginales de los bosques que se encuentran ahora en las ciudades y estados por todo el país.
Uno de los grupos de más larga duración es el Movimiento Nacional Socialista, una organización dedicada a la misma ideología y sistema político como la Alemania Nazi de Hitler. El centro de ley de pobreza del sur designa al Movimiento Nacional Socialista, como un grupo de odio neonazi, supremacista de raza anglosajona.
Arizona tiene un capítulo local del Movimiento Nacional Socialista, y mantiene una solida presencia en línea a través de Twitter y un blog. ¿La razón? Podría ser porque uno de los miembros clave del equipo de prensa del Movimiento Nacional Socialista, Harry Hughes, vive fuera del pueblo de Maricopa. “Se trata de nacionalismo”, dijo Hughes. “América primero”. Hughes nunca fue de los que se involucró en la política, y dijo que por lo general era el tipo que estaba parado al fondo de la sala. Él es modesto, de voz suave, y por todas las apariencias, podría ser cualquiera. Su familia trabajó en las industrias de acero y carbón de Pittsburgh, experimentando gradualmente el empeoramiento de las condiciones en el lugar de trabajo y la pérdida de poder en los sindicatos.
“La situación de inmigración me estaba perjudicando en el lugar de trabajo”, dijo Hughes. “Estaba perdiendo terreno.”
Al sentir que los dos partidos políticos estadounidenses conducían al país por el camino equivocado, llevo a que Hughes en búsqueda a una respuesta fuera del marco político tradicional. Él Asistió a algunas reuniones de la Coalición Nacionalista, lo que lo puso en el camino hacia el Movimiento Nacional Socialista.
“Eran 10 personas en una sala de una biblioteca, una vez al mes”, recuerda Hughes. “Creo que nos llamaron nazis de traje y corbata ”
Fue en el 2009 cuando Hughes asistió a una reunión del Movimiento Nacional Socialista, y luego invitó a la gente que conoció en una fiesta. A partir de ese momento, fue miembro y se encontró cada vez más en roles públicos.
“Una cosa llevó a la otra, me encontré como orador público de todas las cosas. Soy un poco diferente a los otros miembros. Soy como el Indiana Jones del Movimiento Nacional Socialista”, comentó Hughes.
El Movimiento Nacional Socialista empezó en el 1974 como un grupo que reflejaba de cerca el Partido Nazi de Alemania, repleto con uniformes similares, simbolismo y brazaletes. El grupo era pequeño y poco reconocido excepto cuando marchaban con banderas nazis.
Entonces dejaron caer la etiqueta de llamarse nazi y limpiaron su imagen. Mezclarse les daría la credibilidad que necesitaban para ingresar al foro público.
“Es difícil ser dominante cuando te ves tan fuera de la corriente principal. Estamos intentando ser un poco más normales”, manifestó Hughes.
Ese pivote de la política estadounidense dominante fue la razón por la cual el grupo abandonó las comparaciones externas con el nazismo y niega rotundamente cualquier conexión actual con el partido político de Hitler. Sin embargo, la plataforma política del Movimiento Nacional Socialista ha cambiado muy poco a lo largo de los años- todavía está abierta sólo para “heterosexuales no semíticos de ascendencia europea” según el sitio web de la organización.
“Parte de eso es tradición y parte de eso es historia,” afirma Hughes.
Aunque fue cuidadoso de evitar una negación rotunda del Holocausto, Hughes y su organización mantienen una posición de que los relatos históricos de uno de los peores genocidios en la historia humana fueron o exagerados o falsos. Además, Hughes afirma que, esencialmente, los judíos lo comenzaron.
“En el 1933, los judíos declararon la guerra a Alemania. Fue una guerra económica” comentó Hughes.
Son reclamos como este que han llevado al Movimiento Nacional Socialista y a sus miembros al ojo del huracán. La opinión pública a menudo se opone diametralmente al mensaje de la organización y la posición que adopta con respecto al antisemitismo, que puede tener fuertes consecuencias para la membresía.
“Si usted está involucrado en cosas como esta, sus posibilidades de empleo se reducen a cero”, dijo Hughes. “Gran parte de nuestra membresía se emplea, por lo que tienen que andar a la ligera”.
Como jubilado, Hughes no le teme a las represalias en el lugar de trabajo por su opinión abierta y su membresía abierta en el Movimiento Nacional Socialista.
Para sus compañeros, es algo que puede llevar a ser despedido o rechazado. Por este motivo, gran parte de la organización existe a escondidas, se comunica a través de grupos cerrados en línea y reuniones en privado.
A pesar de la virulencia que la membresía puede traer, Hughes afirma que el Movimiento Nacional Socialista está creciendo– la unidad de Arizona, en particular, ha visto un aumento en la membresía. Hughes atribuye esto a una mayor conciencia pública y a los resultados de las elecciones presidenciales del 2016.
“Donald Trump estuvo en el 80 por ciento de nuestra plataforma,” afirmó Hughes. “Estamos tratando de obtener algo de poder y estas elecciones han sido un verdadero cambio de juego.”
Por todo lo bueno que les ha hecho, Hughes no está muy seguro de qué parte de las políticas de su partido finalmente se implementarán. Mientras que está esperanzado por la reforma económica y de inmigración defendida por el Movimiento Nacional Socialista, Hughes cree que los objetivos raciales y nacionalistas de la organización pueden nunca llegar a buen término.
“No vamos a tener un grupo de etnicidad totalmente anglosajona en América del Norte”, reconoce Hughes. “Eso es demográficamente imposible. ¿En mi vida? Probablemente no”.
A pesar de lo que está escrito en la pared, Hughes y su Movimiento Nacional Socialista continúan trabajando para lograr ese sueño de un América completamente anglosajón, desprovista de la diversidad que es la tarjeta de presentación de la nación, incluso si eso significa ser llamado nazi, cabeza rapada, y el campeón de un grupo de odio.
“Llamamos nazi cosas que no nos gustan”, dijo Hughes con una sonrisa. “La gente me ha estado diciendo sobrenombres desde el primer año de primaria, así que no estoy demasiado preocupado por como me llame la gente”.
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Erik Kolsrud es periodista de Arizona Sonora News, un servicio de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Arizona. Lo puede contactar en [email protected]