Como muchos de los residentes de San Luis, Sonora y Nogales, Sonora, Ángela Ayala González, está luchando aún más para llegar a fin de mes en México, después de un aumento del 20 por ciento en los precios de la gasolina; tras una decisión para eliminar los subsidios estatales por el gobierno mexicano.
Las gasolineras a través de la frontera de México han cerrado sus dispensadores de gasolina en reacción al Gasolinazo, o golpe de gasolina como se le está llamando. El aumento en los precios de la gasolina provocó graves protestas a través de las ciudades fronterizas, incluyendo San Luis Rio Colorado y Nogales.
El presidente, Enrique Peña Nieto dijo en un mensaje a la nación, que el aumento en los precios del combustible es resultado del aumento de los precios internacionales y que es “un cambio difícil” pero necesario para garantizar la estabilidad económica. Sin embargo, en su discurso de año nuevo 2015, Nieto prometió “… no habrá aumentos mensuales en la gasolina, diésel y precios de gas LP”. No obstante, los residentes de San Luis y Nogales, han presenciado lo opuesto.
Según una orden de compra de gas hecha por Pemex Transformación Industrial en julio del 2016, cerca de un 62 por ciento de la gasolina utilizada en México fue importada, dificultando la posibilidad de que el gobierno reduzca los precios.
“Está mal”, comentó Agustín Macias, un trabajador de gasolinera en San Luis Rio Colorado. “En vez de ayudarnos, nos hacen sufrir. Sobre todo, a las personas como yo que solamente gana el salario mínimo. No nos beneficia en lo absoluto”. Macias explicó, una vez que los precios de la gasolina subieron, la gente comenzó a comprar gasolina antes que fuera aún más cara. Ahora, según Macias, el trabajo y las ventas han disminuido en la gasolinera en la que él trabaja.
“Menos gente está viniendo a echar gasolina”, comentó Macias. “Cada una de las gasolineras en San Luis quedó sin gasolina”. Macías explicó que esto impone una enorme carga en los negocios de gasolina en San Luis Rio Colorado. “Nadie está ganando”, dijo. “Ellos no se benefician de nada, incluso si el precio está alto, los dueños aún tienen que pagar más por la gasolina”.
Actualmente, el índice de pobreza en México es de 45.5 por ciento, con un salario mínimo entre $70-$100 pesos por día, o $3 a $5 dólares. Con el precio de la gasolina más alto, las familias tienen mayor dificultad que antes. Por nueve años, Ángela Ayala González ha sido despachadora de gasolina en San Luis, y dijo que el precio de la gasolina la está afectando tremendamente.
“Me afecta como trabajadora”, explicó González. “Como ciudadana, como madre, como todo me afecta, tal y como a cualquier otra persona, y simplemente no podemos encontrar una solución. Esto es algo que necesitamos a diario”. Gonzales explico que mientras está pagando más para llenar su tanque de gasolina, ella sigue ganado el salario mínimo, haciéndolo más difícil para que pueda pagar sus cuentas.
Cuando San Luis Rio Colorado se quedó sin gasolina, Marco Antonio Aranza Berrelleza, un residente de San Luis, localizó a alguien que podía cruzar la frontera por él, para conseguir gasolina. Berrelleza explicó que aquellas personas que cruzan la frontera y regresan a México con gasolina para vender, cobran un precio más alto para obtener una ganancia.
“Tuve que comprarla de los vecinos [EE.UU.] a un precio más alto, pero como la necesitaba, la tuve que comparar a cualquier precio.
Si San Luis Rio Colorado se queda sin gasolina nuevamente, Berrelleza dice que el continuará llenando su tanque de gasolina en los Estados Unidos. “Creo que las personas quienes no pueden cruzar o conseguir gasolina en otros lugares están batallando más porque necesitan desplazarse, como a la escuela, al hospital o a donde sea”, comentó Berrelleza.
Pero, según Ricardo López, propietario de un pequeño negocio en Tianguis Canoa, no debe ser de esta manera porque solo les afecta más como país.
“Se supone que debemos estar consumiendo en nuestro país, no en otro lugar para que podamos mejorar nuestra economía”, comentó López.
Sergio Castillo, un empleado de la gasolinera Super C en San Luis, Arizona, vio de primera mano cómo el gasolinazo cambió los negocios de gasolina en los Estados Unidos.
Según Castillo, días caóticos en el Super C significaban que demasiada gente cruzaba la frontera a los Estados Unidos para llenar sus tanques de gasolina.
“Tuvimos más ventas debido al aumento en el consumo de gasolina, explicó Castillo”. “Si calculamos todo, el echar gasolina en México costaría 50 pesos más de lo que sería aquí”.
La comunidad fronteriza de Nogales, Arizona y Nogales Sonora, conocido como Ambos Nogales, han visto los efectos. El 8 de enero, el DeConcini puerto de entrada se cerró por la tarde después que estallaron las protestas del gasolinazo, y provocó que la policía mexicana disparara tiros al aire.
Por lo menos 10.000 personas protestaron en contra del gasolinazo en todo Sonora. Aunque no ocurrieron saqueos en Sonora, la Asociación Nacional de Tiendas de autoservicio y Departamentales registró al menos 250 incidentes de saqueos a través del país en el quinto día de las protestas.
Las ciudades fronterizas han visto el mayor impacto del gasolinazo, ya que sus precios de gasolina en diciembre del 2016 eran igual a los de sus ciudades fronterizas. Casi todas las gasolineras en San Luis Rio Colorado cerraron a los días después de que el gasolinazo ocurriera y en Nogales por lo menos una gasolinera cerró.
Rosa Morales, asistente administrativa de la única gasolinera que cerró en Nogales, dijo que hubo un 80 por ciento de disminución en ventas porque los clientes cruzaron la frontera para comprar gasolina. El cierre de corto plazo podría potencialmente convertirse en largo plazo.
“(El Presidente Peña Nieto) debe tener en cuenta que cada gasolinera es una fuente de empleo, y si una cierra entonces más empezarán a cerrar, y también más empleos terminarán”, comentó Morales.
Días después de las protestas, surgieron rumores que prometían una disminución en el precio de la gasolina. Morales dijo que eran falsos y que la intención solamente era para mantener la paz en la comunidad.
“La incertidumbre solo es utilizada para detener las protestas, pero en cuanto a las empresas de gasolina, no hemos recibido ningunas palabras de aliento”, declaró Morales.
Según el Proyecto Puente, Sonora amplificará su industria de gas, y permitirá que por lo menos 20 empresas nuevas se unan al comercio. Algunas de las empresas incluyen Chevron, Shell y empresas locales.
La llegada de estas nuevas empresas podría reducir los precios de la gasolina en México, porque habrá competencia en el mercado. Sin embargo, Candelario Figueroa, un comerciante mexicano quien viaja a los EE. UU. cada quince días, duda que la competencia de empresas externas beneficie sustancialmente a las personas y baje los precisos.
“El gobierno mexicano…es difícil, muy difícil”, comentó Figueroa. “Los gobernadores…solo piensan en ellos mismos”.
Mar Ruiz y Amanda Oien son reporteras para Arizona Sonora News, un servicio de la Facultad de Periodismo de la Universidad de Arizona. Las puede contactar en [email protected] y [email protected]
Traducido por: Darcy Roman-Felix