En cuanto la atención primaria de salud en las comunidades rurales, Arizona carece de los profesionales médicos que se necesitan.
No importa si las comunidades se ubican en los densos bosques del norte de Arizona, las extensas llanuras de las reservas indias o el remoto desierto oriental del estado, las comunidades rurales cuentan con el menor número de profesionales médicos per cápita.
Por todos los Estados Unidos, las poblaciones en áreas rurales, en comparación con las prósperas áreas urbanas, tienen un bajo porcentaje de cobertura médica y acceso a servicios médicos de calidad. Según el Centro de Asesoría Rural (RAC por sus siglas en inglés), se estimó que la población rural de Arizona en 2014 fue de 347,277 habitantes. Las áreas rurales en Arizona que carecen más del acceso a cuidado médico, son aquellos que se ubican a lo largo de la frontera entre los Estados Unidos y México, y las reservas indias de los Navajo y otras tribus.
Solamente 20 de los 72 hospitales en Arizona permanecen en comunidades rurales. Además, solo hay 14 hospitales de acceso crítico (un hospital rural que se sitúe a más de 35 millas de otro hospital, con menos de 25 camas para los pacientes hospitalizados, un promedio de estadía de 96 horas y servicios de emergencia disponibles las 24 horas del día) y 21 clínicas de salud. Aunque esto parece ser bastante asistencia médica, no es suficiente. De acuerdo con un informe hecho en el 2012 por el Programa de Centros de Educación para el área de Salud en Arizona (AHEC por sus siglas en inglés) aproximadamente 91 por ciento de todos los médicos en Arizona viven en áreas urbanas.
Muchos de los habitantes en zonas rurales tienden a ser más pobres que los residentes de zonas urbanas y esto aumenta la desigualdad entre aquellos que reciben asistencia médica en las áreas metropolitanas y en los ambientes rurales. Según la Asociación de Salud Rural (NRHA por sus siglas en inglés), “el promedio de los ingresos per cápita en áreas rurales es de $7,417 menos que el promedio en las áreas urbanas, los estadounidenses que viven en esas áreas rurales tienen más probabilidad de vivir por debajo del índice de pobreza”.
De acuerdo con la NRHA, otros problemas que se encuentran en áreas rurales incluyen la gran distancia y retrasos para una asistencia médica rápida y el hecho de que muchos individuos que forman parte del personal de primera respuesta son voluntarios. Además, es más probable que las comunidades rurales contraten a profesionales médicos de nivel medio tales como las enfermeras practicantes (NP por sus siglas en inglés) y los asistentes médicos (PA por sus siglas en inglés), en lugar de médicos.
Las enfermeras practicantes son enfermeras tituladas de práctica avanzada quienes pueden proporcionar cuidado médico a personas de todas las edades sin la supervisión de un médico. En vez de asistir a una escuela de enfermería como las enfermeras practicantes, los asistentes médicos asisten a una escuela o a un centro de medicina. Según las Escuelas de Enfermeras Practicantes, el cuidado de las enfermeras practicantes se centra en el tratamiento individuo del paciente mientras que el cuidado de los asistentes médicos se centra más en la enfermedad.
A pesar de que muchas enfermeras practicantes se contratan para trabajar en clínicas rurales, todavía existe una escasez en general. De acuerdo con el Centro de Investigación de Salud Rural WWAMI, en 2010, había 3,512 enfermeras practicantes en todo Arizona, pero solo 342 de ellas trabajaban en áreas rurales. Algunos de los condados en Arizona que cuentan con el número más bajo de profesionales médicos por cada 100,000 personas en la población son los condados de Apache, La Paz, Santa Cruz, Pinal y Greenlee, según un estudio hecho por el Centro de Salud Rural de la Universidad de Arizona.
Debido a la creciente necesidad de profesionales médicos en áreas rurales, Arizona ofrece programas a estudiantes universitarios que le permiten explorar opciones en esas áreas.
El Programa de Profesiones de Salud Rural de Arizona (RHPP, por sus siglas en inglés) es un programa apoyado por Arizona AHEC para abordar la falta de cuidado de salud en el estado con el uso de la Universidad de Arizona (UA por sus siglas en inglés), La Universidad Estatal de Arizona (ASU) y la Universidad del Norte de Arizona (NAU). Cada año, las universidades eligen a 10 enfermeras practicantes junto con estudiantes de medicina y farmacéutica para participar en el RHPP.
Dra. Christy Pacheco, la directora del RHPP del Colegio de Enfermería de la UA, entiende el cuidado de salud rural. Pacheco es una enfermera practicante familiar quien se especializa en trabajar con las poblaciones que carecen de servicios médicos en el norte de Arizona. Pacheco trabajó en una clínica de salud rural en la Reserva de los Navajo por seis años antes de mudarse a Flagstaff. Actualmente, ella ofrece liderazgo y apoyo a los estudiantes de enfermería de la UA quienes están terminando con el trabajo clínico y los cursos.
“Diseñé mi programa para ser disponible a todos los estudiantes del Colegio de Enfermería…porque hay un gran número de estudiantes que no pretenden trabajar en áreas rurales. Pero si ellos trabajan en un área metropolitana, aún así van a tratar a pacientes de las áreas rurales”, explicó Pacheco. “Requiero que todos mis estudiantes pasan por una rotación rural en su trabajo clínico”.
Los estudiantes de enfermería que desean recibir entrenamiento rural específico, pueden solicitar una especialidad; tienen que completar ciertas horas en un área aislada y ciertos cursos antes de recibir un certificado de terminación. Para impulsar a los estudiantes a buscar profesiones en comunidades rurales, el estado proporciona fondos para compensar el costo de permanecer en esas áreas, dijo Pacheco.
El Centro Regional de Salud Fronteriza dirige la Clínica de Atención sin Cita Previa de San Luis, un centro de salud principal en el condado de Yuma, que se ubica en la frontera entre los EE.UU y México. San Luis tiene una población de aproximadamente 31,000 habitantes; sin embargo, solo hay tres clínicas principales de salud en esa área.
“Tenemos una grande escasez de profesionales médicos, especialmente de aquellos que cuidan a las mujeres, como los ginecólogo-obstetras y de pediatras”, afirmó Amanda Aguirre, la presidente y directora ejecutiva del Centro Regional de Salud Fronteriza. “Es muy difícil atraer a familias para vivir en esta zona…no hay muchos centros comerciales, grandes escuelas o medios de diversión”.
Para satisfacer la necesidad de profesionales de atención primaria, la Clínica de Atención sin Cita Previa en San Luis tiene opciones para contratar a médicos extranjeros quienes están recibiendo entrenamiento en los EE.UU. Estos médicos pasan por el programa de visitantes de intercambio (Visa J-1) para obtener un estado migratorio legal. Este proceso puede durar casi tres años. Aunque este es un proceso largo para las dos partes que se involucran, no hay una garantía que el médico va a comprometerse a servir en esa comunidad, y esto produce una falta de medicina especializada en esa región.
“Duramos tres años en encontrar un profesional de medicina interna”, declaró Aguirre. “Nosotros traemos a gente en avión para venir a visitar, les damos un recorrido, les enseñamos el alojamiento disponible en el área y después, esperamos que se decidan a venir. Hemos estado buscando un pediatra por ya un año”.
La Clínica de Atención sin Cita Previa en San Luis contrata a muchas enfermeras practicantes quienes tienen una conexión con otras comunidades rurales o que podrían haber servido en la organización Peace Corps (cuerpos de paz) trabajando en áreas aisladas por todo el mundo. No existe entrenamiento especial para trabajar en esta área cercana a la frontera, dijo Aguirre. La utilización transfronteriza de los servicios de cuidado de salud o el “turismo médico”, ocurre a menudo. Muchas veces, México actúa como una red de seguridad para la atención primaria dado que San Luis no tiene muchos profesionales médicos y porque muchos de los dentistas y los oculistas practican en California, muy cerca de la frontera.
Además, Aguirre desarrolló una red que se llama CAPAZ-MEX, que proporciona acceso a un seguro médico para aquellos que no cualifican para Medicaid o familias quienes no tienen suficiente dinero para comprar un seguro médico privado. Aproximadamente 900 personas se inscriben y renuevan su membresía anual de CAPAZ, explicó Aguirre. Sin embargo, mucha gente aún no tiene seguro médico y esto incrementa la situación económica pobre de estas áreas.
A pesar de los esfuerzos de contratación y programas de incentivos en áreas rurales, a la mayoría de los profesionales médicos les atraen más las áreas metropolitanas. Puede ser que el obstáculo más grande que las comunidades rurales enfrenta es atraer a gente a trabajar aquí.
Callie Kittredge es una reportera para Arizona Sonora News, un servicio de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Arizona. Para ponerse en contacto con ella envíe un mensaje a su correo electrónico: [email protected]
Traducido por Andrea Varela / Editado por Lizeth Castellanos