Los estudiantes del cuarto grado escolar en Arizona leen a uno de los niveles más bajos en todo el país; solamente otros nueve estados están en una peor situación. Para el octavo grado, la lectura de estos estudiantes mejora un poco pero aún permanece por debajo del promedio nacional.
Los expertos culpan a la falta de fondos escolares, a los maestros con formación insuficiente y a los estudiantes que carecen de motivación.
Específicamente, en el 2013, cuatro de diez estudiantes del cuarto grado obtienen un puntaje por debajo del nivel básico de lectura según un reporte de la Evaluación Nacional del Progreso Educativo (NAEP, por sus siglas en inglés).
Las instituciones educacionales en Arizona han enfrentado grandes recortes en su presupuesto y por lo tanto las escuelas batallan para llenar los puestos vacantes, dejando a algunos maestros abrumados.
Como resultado, los estudiantes no están teniendo la atención personal necesaria para mejorar su deficiencia en sus habilidades de lectura. De acuerdo a Robert Wortman, profesor de la Universidad de Arizona y especialista de lectura para los estudiantes de kínder hasta decimo segundo grado por 13 años, algunos maestros se ven obligados a cambiar su plan de estudios para enfocarse en preparar a los estudiantes para las pruebas.
La instrucción para las pruebas preocupa al presidente de la Asociación Nacional de Investigación Literaria.
“Tenemos una gran cultura de responsabilidad”, dijo Patricia Anders, quien también es una profesora de la Universidad de Arizona. “Se supone que todos deben de asumir su responsabilidad y eso se convierte en la meta en lugar del aprendizaje, del pensamiento, y de plantear preguntas. Yo creo que la cultura de enfoque solo en las pruebas es muy perjudicial”.
Wortman cree que se carecen muchos elementos de enseñanza en las escuelas, los cuales cumplen un papel en el decreciente índice de lectoescritura. Por ejemplo, el entrenamiento que destaca la importancia de la comprensión en la lectura en lugar de solamente pronunciar las palabras y también la importancia de crear confianza en los estudiantes y supervisar cuanto es que estos niños están leyendo fuera del aula.
Los estudios demuestran que leer tan sólo 30 minutos por día puede ayudar a mejorar el nivel de lectoescritura de un niño por un nivel completo, sin embargo, el acceso al material de lectura y escritura puede ser difícil, especialmente para las familias de bajos recursos. El ingreso de una familia tiene un gran impacto en el nivel de lectoescritura de un estudiante, principalmente porque algunas familias no pueden comprarles libros a sus hijos, expresaron Wortman y Anders.
De acuerdo a José Olivas, el director de la Escuela Secundaria Bilingüe Roskruge en Tucson, hay situaciones en las cuales los padres no le dan la suficiente importancia a la educación debido a sus experiencias negativas en el ámbito escolar o a su bajo nivel de educación.
Anders declara que este problema no es fácil de solucionar.
“La lectoescritura es compleja. No solamente se trata de lo que está en nuestras mentes o de lo que podemos hacer como individuos, sino más bien se trata de como nuestro sistema, nuestra cultura, y el diálogo se usa en nuestra comunidad lingüística”, dijo Anders. “Cuando los maestros y una comunidad tienen ideas similares, trabajan juntos y les va muy bien”.
Muy a menudo los estudiantes batallan para encontrar un incentivo para leer, aun así algunos argumentan que hoy en día la juventud está leyendo más que antes debido a la nueva ola de tecnología. La tecnología ha ayudado a ampliar tanto el vocabulario como también el razonamiento porque los usuarios de la tecnología desarrollan habilidades que les permite tener acceso a información fácilmente.
“Cuando la tecnología tiene el uso correcto, es fabulosa”, aclaró Wortman. “Si estás leyendo un libro en un Kindle y hay una palabra que no comprendes, con tan sólo subrayarla puedes conseguir el significado. Eso es algo que no se puede hacer con un simple libro”.
Los hispanos forman el 45 por ciento de la demográfica del cuarto grado y solo el 49 por ciento de estos estudiantes obtienen un puntaje al nivel básico, y muy pocos logran obtener un buen puntaje como el de los anglosajones, afroamericanos y asiáticos.
Muchos expertos creen que los estudiantes bilingües tienen una ventaja puesto que al usar dos idiomas en el hogar crea un buen impacto en sus habilidades básicas.
“Estamos tratando de hacer que las familias entiendan la importancia de brindarles apoyo, leer y comunicarse con sus hijos desde antes que comiencen la escuela, en cualquier idioma que se use en sus hogares, para que cuando comiencen la escuela ya tengan un lenguaje textual sólido en su lengua materna”, dijo Terry Clark, directora del departamento de Alfabetización en el estado de Arizona. “La ciencia y la enseñanza de la lectura incluye los mismos principios sin importar si el estudiante es un aprendiz del inglés o no.
Escuelas con “Dual-language program”, programas de dos idiomas, tal como la Primaria Mission View y la Secundaria Bilingüe Roskruge Magnet desarrollaron un sistema por el cual los maestros pueden ayudar a sus estudiantes por medio de programas de intervención personales. Los programas de lectura de verano y después de la escuela se les ofrecen a los estudiantes que batallan durante su clase (se les da pre-exámenes y post-exámenes a los estudiantes), para que puedan mejorar sus lecturas.
“Nos dimos cuenta de que nuestro enfoque debe ser el apoyar a los estudiantes que tienen un fundamento bajo en la lectoescritura desarrollando un programa en el cual comienzan la lectoescritura en el preescolar para así implementar la lectoescritura en el hogar para que la desarrollen a lo largo de sus estudios”, dijo Hortensia Cota, la directora de la Escuela Primaria Mission View.
Sin embargo, ambos administradores creen que la clave para mejorar los niveles de lectoescritura es por medio de los mismos maestros, aquellos que tengan pasión por su trabajo y a quienes les importe el éxito de sus estudiantes a pesar de los salarios bajos o de la creciente carga de trabajo.
“Nuestros maestros trabajan en equipo para discutir tanto los puntos fuertes como también los débiles de sus estudiantes para así encontrar las habilidades especificas que necesitan mejorar”, dijo Olivas. “Nos aseguramos de reconocer y celebrar el progreso de un estudiante en la lectura. Es importante brindarles apoyo y confianza”.
Arizona ha sufrido un recorte de $352.5 millones en el distrito escolar durante el año fiscal 2015-2016 y siguen los recortes para los próximos años. Funcionarios educacionales argumentan que esos recortes de fondos perjudican el aprendizaje de los estudiantes.
“En algún punto alguien tiene que decir algo sobre la educación, sobre cómo vamos a pagarla y sobre como nuestros hijos tienen que estar educados”, aclaró Anders. “A como se ven las cosas, mientras las personas a cargo sigan tomando las decisiones sobre la educación de nuestros hijos, no se ve ninguna esperanza”.
Noor Jarki es una reportera para Arizona Sonora News, un servicio de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Arizona. Para ponerse en contacto con ella envíe un mensaje a su correo electrónico: [email protected]
Traducido por Maritza Flores Campuzano / Editado por Lizeth Castellanos