Terrol Dew Johnson puede durar un año haciendo una cesta. Hay muchas razones para esto. Tiene que cosechar y preparar las fibras, y después, planear los diseños complicados que observan la historia rica de la cestería en la nación Tohono O’odham.
El tiempo que se necesita para hacer cada cesta varia dependiendo del tamaño y la complejidad del diseño. Johnson dice que un cesto tejido de puntos separados más pequeño, le toma cuatro horas mientras que un cesto tejido de puntos cerrados puede tomar semanas o hasta meses.
La cultura de la Nación se revitaliza por la cooperativa de Johnson que se llama la Acción Comunitaria Tohono O’odham (TOCA por sus siglas en inglés) con las actividades numerosas y los talleres que ofrece. La cestería es un componente grande de la cultura Tohono O’odham y Johnson, el director ejecutivo y el presidente de TOCA, también es un tejedor contemporáneo.
Cuando Johnson fundió TOCA en el verano de 1996, el quiso conservar la tradición de la cestería Tohono O’odham. Por esa razón, decidió que la organización debería ofrecer clases. Cada miércoles, TOCA celebra un círculo de cestería donde los artesanos de toda la reserva se reúnen. La tribu Tohono O’odham empleaba los cestos para contener o preparar la comida, pero hoy en día se venden como regalos y se exhiben en los museos de arte.
Mientras el arte de Tohono O’odham abarca la cerámica y la joyería también, la cestería parece ser la forma de arte predominante para representar la cultura.
“Pienso que una de las razones principales de fundar esta organización cooperativa fue conservar el arte de la cestería junto con otras formas de arte de los Tohono O’odham”, dijo Johnson. Cuando él aprendió a tejer los cestos por primera vez, escuchó a los mayores hablando de como los jóvenes estaban desinteresados en el arte. Esto le inspiró a continuar la tradición por medio de los grupos que él formó y la galería del centro comunitario de TOCA que exhibe los cestos que se sitúa en Sells.
“En el pasado, normalmente se empleaba para el uso diario en la cocina. Se usaban para contener y preparar la comida”, dijo Johnson.
El comparte que la cestería Tohono O’odham se usaba en las ceremonias de la lluvia que duraban cuatro días y cuatro noches.
“Al terminar los cuatros días, servimos el vino en los cestos de vino que se tejen juntos. Entonces, esos son muy sagrados”, dijo Johnson. “Muchos cestos que son hechos ahorra son para el turismo y para los coleccionistas”.
Según Johnson, lo arqueólogos han desenterrado piezas de cestos Tohono O’odham en la caverna Ventana, que se sitúa en la reserva, y esto implica que esta forma de la cestería se remota a los orígenes de la tribu.
Johnson ha tejido los cestos desde los diez años de edad después de descubrir su amor por la forma de arte en un campamento de verano de americanos nativos. Dice que como cualquier tribu nativa americana del país, el idioma es el elemento más importante para mantener su cultura floreciente.
“En lo personal, no hablo el idioma y siento que el hecho de que tejo los cestos tradicionales mantiene a mi cultura floreciente”, dijo Johnson.
Cada cesto se teje a mano usando una variedad de hierbas nativas a la reserva, una lezna y un cuchillo. La yuca, “la garra del diablo,” y la hierba de oso, se cosechaban a mano por los tejedores pero, hoy en día, es más común que los tejedores compran sus propios materiales en manojos de la TOCA.
Después, la yuca de color natural se teje en diseños complicados que son específicos a la reserva Tohono O’odham. Los cestos representan los animales, las estrellas, los flores y la gente por medio de sus diseños.
Como una cooperativa, la TOCA no emplea a los tejedores. En vez de eso, la organización compra los cestos de los 200 tejedores de la reserva y recauda un porcentaje de las ventas en el centro comunitario. El dinero que se gana de las ventas de los cestos va a TOCA para ayudar a fundar las clases de cestería, emplear a tejedores para enseñar cestería en diferentes comunidades y pagar los viajes para cosechar los materiales.
Como un tejedor contemporáneo, el trabajo de Johnson puede costar desde miles de dólares hasta decenas de miles de dólares. Sin embargo, Johnson solamente trabaja por comisión porque el atiende más a los museos. “Mi última venta fue hecha con el Museo de Arte Moderna en la ciudad de Nueva York y compraron tres piezas”, dijo Johnson.
Samantha Felix, una empleada del centro comunitario de TOCA, también es una tejedora. Felix ha estado tejiendo desde que empezó a trabajar con TOCA en 2012. Ella aprendió a tejer de su maestra cultural en la preparatoria pero su interés del arte nació después de empezar a asistir a los círculos que se celebran en la TOCA.
“Solo estando con todos los diferentes tejedores me anima a hacerlo más,” dice Felix. “Lo que hace lo hace especial (los cestos) es que solamente están hechos aquí en Arizona”.
Johnson dice que la cultura de Tohono O’odham está viva y floreciente.
“Ahorra estamos experimentando una explosión de revitalización y por esa razón esta organización está floreciendo, porque estamos tratando de preservar el idioma, la cultura, la comida y la sociedad de la gente de Tohono O’odham”, dijo Johnson.
Felix dice que el arte de la cestería Tohono O’odham se puede conservar, “siempre y cuando nuestra generación aprenda y continúe a hacer lo que hacían sus abuelos”.
Yuji Miyaji es un reportero para Arizona Sonora News, un servicio de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Arizona. Para ponerse en contacto con el envíe un mensaje a su correo electrónico: [email protected]
Traducido por Andrea Varela.